viernes, 31 de octubre de 2014

"Mi perro Enzo". David Lara.

   Voy a contaros la historia de mi perro. Se llama Enzo que es el nombre del protagonista de una ópera que dirigió mi padre. Ahora tiene año y medio, es decir, todavía es un cachorro. Su raza es pastor alemán. Tiene un carácter alegre y juguetón, a pesar de lo que vais a ver le sucedió.
Era una tarde calurosa del verano pasado. Estábamos de vacaciones. Como muchas tardes iba con mi abuelo al río Adaja. Mi abuelo es muy aficionado a la pesca del cangrejo. Habíamos estado pescando y la tarde caía sobre nosotros. Cantaban los pájaros que buscaban ya sus acostaderos.
De repente sentimos un ladrido furioso de Enzo, que mientras pescábamos había desaparecido olisqueando los rastros de los animales que por allí tenían su paso. Nos acercamos preocupados hacia el lugar de donde venían, y descubrimos a Enzo que acosaba con toda su furia a un jabalí que solitario iniciaba su andadura nocturna. El jabalí, que no encontraba la salida se lanzó violentamente sobre el furioso perro que valiente, cada vez se acercaba más a él. Los enormes colmillos de la fiera brillaban saliendo de la boca del animal. En un momento de la lucha, entre los dos animales, el jabalí alcanzó a morder la pata trasera de nuestro perro. Los aullidos lastimeros del animal que expresaban su dolor no frenaron, sin embargo su valentía y siguió luchando hasta que el jabalí, con el pelo erizado consiguió huir.
     Enzo sudoroso y agitado, arrastraba su herida pata. En el coche le trajimos a casa y, al día siguiente, le llevamos al veterinario. Tristemente nos anunció la cojera inevitable de nuestro querido Enzo.

Hoy, pasados tres meses, mi perro, como nos había dicho el veterinario sigue cojo, pero no ha perdido la alegría y la nobleza que antes tenía.



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